Después de leer y escuchar muchas
sugerencias y opiniones sobre iniciativas ciudadanas, es evidente que las que
habrán de transformar a profundidad a nuestra sociedad, son aquellas que caigan
de este lado: del lado de los Ciudadanos. El debate ha sido nutrido y
apasionante, cargado de energía y controversia, pero ha valido la pena. Aquí la
descripción de las primeras acciones.
Considerando las “Seis Premisas”, en su
espíritu y razonamiento, si algo hay que rápidamente puede cambiar el estado de
cosas será que Nosotros, los Ciudadanos, emprendamos en el territorio más
promisorio y de mayor fertilidad: el
cumplimiento irrestricto del estado de derecho. Pero congruentes con estas
mismas Premisas, no proponemos exigir a “terceras personas” que se cumpla la
ley, sino que, a diferencia de la tradición, propugnamos por esto suceda en el espacio estrecho, entre Tú y Yo.
Los Ciudadanos que no pertenecemos a la
“clase política” directa o indirectamente somos la inmensa mayoría de este país
(más del 95% de la población), por lo que si incidimos en este sector que es
nuestro, la transformación puede suceder pronto y, lo más importante, bajo
nuestro control. Ningún miembro de la penosa “clase política”, nos lo podrá
impedir, como tampoco guiará nuestros actos en este sentido; los Ciudadanos daremos el ejemplo de lo que
es una conducta ejemplar, la cual desalentará y restará fuerza a la cultura
de la corrupción cuyos mayores actores y mayores dividendos se quedan en esta
deshonrosa “clase política”.
Los pequeños, pero nunca insignificantes
movimientos que como Ciudadanos organizados habremos de dar, reducirán los espacios convenientes que
actualmente se multiplican por miles, creando las grandes áreas donde se cristalizan
las más abyectas formas de corrupción. Al cerrar estos vacíos de
cumplimiento a la ley, el derecho y la norma, los Ciudadanos habremos de demoler las bases sobre las
cuales, los grandes actores de la corrupción sustentan sus deshonestos actos.
Como es predecible, habrá quienes opinen
que impulsar acciones de esta índole “no cambiarán nada” ni reducirán la
corrupción. Para quienes así opinen,
nuestra respuesta es, desde ahora, que se aseguren de haber revisado, cavilado
y comprendido a profundidad “Las Seis Premisas”. Si así lo hacen,
entenderán la lógica de esta iniciativa y del porqué proceder de esta manera.
Quienes a pesar de ello se mantengan en el
escepticismo, tengan presente que la circunstancia que vivimos en la actualidad
no es una causa como tal, sino en todo momento, una consecuencia de los que por años y generaciones ha marcado la
tónica de las relaciones de los Ciudadanos entre Nosotros y para con quienes
nos han gobernado.
En este punto es muy importante enfatizar
que no creemos que revertir la situación
requiera el mismo tiempo que nos llevó llegar hasta este punto. Esa versión
del cambio es tan falsa como ver en la Ciudadanía víctimas indefensas de “un
sistema perverso”. Es negar nuestro liderazgo y por ende nuestra fuerza como Ciudadanos.
Aun cuando el camino que hasta aquí hemos
recorrido nos ha llevado décadas, revertir
la situación es más sencillo de lo que parece, si tan solo consideramos el
efecto que tiene el que más del 95% de la población actuando de manera
correcta.
Ahora bien, estamos seguros de que hay
quienes colocados en las filas de la ciudadanía le apuestan al fracaso de este
tipo de iniciativas. Personas que en su
mayoría, más que damnificados son beneficiarios del estado actual de cosas, por
lo que una iniciativa de esta naturaleza, atenta en contra de su “zona de
confort”. Esta gente, aunque no pertenezca a la penosa “clase política”,
tampoco merece el título de Ciudadanos, por lo que por definición, no caben
como parte de este esfuerzo.
En los siguientes días habremos de estar
comunicando las acciones que contienen a esta iniciativa. Reiteramos que serán acciones sencillas, accesibles a todos, cuyo peso
radica de la repetición y el volumen de su realización. Nada imposible de
llevar a cabo, así como tampoco movimientos espectaculares.
Cada acción será como un paso de un
trayecto decidido que los Ciudadanos hemos resuelto dar en pos de transformar a
México. Un paso a la vez como parte de un
recorrido que, usando nuestro liderazgo habremos de dar quienes creemos y
queremos una nueva realidad.
Los que lo haremos realidad seremos los Ciudadanos comprometidos con un
nuevo País: el País que queremos para nuestros hijos y, que con nuestros actos
cotidianos nos habremos de merecer.
Veo el impacto a nuestro alrededor con tan solo ser leales e íntegros con nosotros mismos, en lo cotidiano de nuestras vidas. Vivir con integridad es una forma de vida.
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